Skyline Madrid: Pasión por las redes
De repente el lugar si importa, quizás, demasiado. Y para muestra… 100×100 corralas.
“100×100 corralas” es un proyecto de recopilación de la tipología habitacional más típicamente madrileña. la corrala, por su morfología y su historia, es un tipo de vivienda que conlleva una manera de vivir muy particular. En un corredor, la intimidad se diluye y si estás cocinando, el patio huele a tu comida. Si sales a tender, como las casas son tan pequeñas suelen tener cuerdas en el patio y son cuerdas compartidas, te llega olor de la ropa limpia de tus vecinos.
Fulano y Mengano
Esta corrala, situada entre las calles del Rosario y San Bernabé, posiblemente sea la causa de la forma en que Madrid ha evolucionado en el uso y creación de espacios en la ciudad. Un cambio en los hábitos de trabajo en la ciudad y del creciente aprovechamiento de los espacios comunes urbanos han propiciado la aparición de ‘terceros espacios’ dónde se impone la itinerancia, fórmulas como el co-working, la innovación abierta y el establecimiento de knowledge workgroups. Estos denominaos ‘terceros espacios’ están generando valor añadido y fomentando la innovación en los entornos urbanos cada vez más conectados e inteligentes.
Es cierto que esto es un cambio global en cuanto a las formas de trabajo, pero es en Madrid, fruto de un panorama financiero y político adverso, donde la pasión por los espacios comunes adivinan ese ‘efecto corrala’ del que hablábamos.
De modo que la evolución de las redes de trabajo en Madrid, pasa por la evolución en las relaciones, y, al igual que en esta corrala, sabe a comunidad de vecinos.
Las redes se han convertido en la forma de trabajar, de cooperar e incluso de vivir y Madrid es, desde la perspectiva más pasional de su skyline, el ejemplo: de las manos que tejen juntas el techo de la acampada del 15-M en Sol a las que trabajan huertos a la vuelta de la esquina de una calle cualquiera de la ciudad.
Alternativas y ansias de cambio toman el skyline emocional de Madrid hasta conseguir que sus espacios comunes, existentes o creados por pasionales emprendedores con el mismo modelo de futuro en mente, se conviertan en lugar emocional del cambio en la ciudad; sus edificios tienen vida pasional (por supuesto) y propia y es en Madrid donde lo imposible sólo tarda un poco más (que lo difícil ¿no?). ¡Eso es pasión!